viernes, 27 de febrero de 2015

Frenesí

Tú, y yo...
Tan distintos,
navegamos a contracorriente;
Eres la explosión de mi constelación de estrellas;
Y juntos, la encarnación de un choque de miradas.

Mantengo mi promesa de no querer reflejarme en otros ojos verdes que no sean los tuyos.

Quiero pisar el asfalto de París contigo cuando llueva,
leerte versos al oído,
convertirte en gotas que caigan por mi cristal,
sentir tus huellas,
guiarme hasta encontrarte,
y decirte que te he echado de menos.

Quiero trazar tantos planes infinitos contigo...
Sabiendo que eres un límite de futuro.
Quiero descifrar tu hechizo,
amarte hasta que duela.
Y arrepentirme cuando eso pase.

Y culparte cuando eso pase.

Y perdonarte cuando me repitas en un susurro
que soy tu certeza;
Y tu cordura;

Que soy tu frenesí.

lunes, 16 de febrero de 2015

Nieve

Un día de invierno,
dispersándose por todo un amplio cielo encapotado,
la esperanza se tomaba la libertad de salir volando,
alto,
intentando alcanzar a la nube que despedía fríos copos de nieve con un leve soplo de viento.
Junto a tanto frío,
tanto dolor,
mis manos entumecidas eran incapaces de retener aquellos sueños pendientes,
frágiles y ligeros,
que caían al suelo deshechos.

Un obstinado pensamiento me recuerda que
un día de invierno,
como el de hoy,
te tenía a mi lado,
tu calor y tus abrazos, de esos que te hacen sentir como en casa,
tenía tu sonrisa como tesoro y recompensa,
y la sensación de tener el poder de dibujártela si lo que veía eran tus lágrimas.

Maldita sea, este febrero se está haciendo largo...
Y tantas esperanzas quebradas me recuerdan esos miedos;
Esos ridículos miedos que se aferran,
que susurran finales tristes y corazones rotos,
que prometen soledad y vacío.
Esos miedos que hablan de no tenerte,
que dicen de perderte por siempre. 
Esos miedos a abandonar tantos recuerdos... enmarcados en forma de fotografía.
Esos miedos al olvido..
Y es que ¿quién no ha tenido miedo a olvidar?
O a ser olvidado...
Aunque es cierto que siempre se les puede dedicar un epitafio a esos momentos perecederos,
que los sepulte en el olvido con cariño.

El asfalto se va volviendo blanco poco a poco,
y mientras van cayendo gotas de lluvia heladas,
el frío parece confortar detrás de cristales empañados,
a través de una mirada vidriosa.
Siempre he pensado que la nieve hace de esta estación del año algo delicado y mágico;

Precisamente es tu ausencia la que hace nevar en el fondo de mi alma.