lunes, 23 de noviembre de 2015

Improbable

¿Nos habríamos enamorado
como quien se quiere a si mismo
queriendo a quien ama?
- Elvira Sastre

Algún domingo le sonreiré más al lunes;
me pintaré los labios de rojo
y dejaré a un lado eso de centrarme en la vida.
Diré que estoy en huelga de principios,
que sólo haré caso de mis instintos.
Empezaré a pedir abrazos cuando los necesite.
Algún día de estos...

Será el mismo domingo en que huya lejos y me sienta viva.
Cuando haga de mi propia terapeuta,
y traspapele tus dichosos esquemas.
Gritaría cuando mis pulmones se ahogasen,
y dejaría de correr para no llegar a ninguna parte.
Cuando el sol se volviese frío
y a la luna le diesen miedo las estrellas.
Sería el día en que la poesía no me diese alas,
sino que yo me vistiese de hada
para cumplir mis deseos
y me disparase una bala en el pecho.

Sería el mismo domingo en que te comiese a besos, sin pedirte perdón.
- Que al fin y al cabo el permiso sólo se inventó para asesinar a la intriga-.
Cuando te sonriese a ti,
sin darme cuenta,
y fueses tú quien luchase contra la agonía
que es no tenerte a mi lado cuando más lo necesito.
Nos declararíamos el silencio,
y firmaría una tregua
para que la rompiese tu susurro, tu lengua,
recorriendo mis vértices.
Y ya no tendría miedo a decirte que te quiero.

Pero la realidad mata al corazón.
Y el mío está cansado de soñar.
¿Sabes?
Siempre me han atraído los imposibles,
y tú gritas improbable.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Intenciones fugitivas

 E igual que apareció
se marchó:
como quien camina de puntillas
y provoca estampidas de latidos.
Y yo la dejé irse,
sin nombrarla.
 - Elvira Sastre

Podría decirte que he tratado de olvidarte,
he intentado prohibir tus labios y tu nombre.
Podría jurarte que no estoy hecha escombro,
que he construido un castillo de naipes en el que refugiarme.

Pero las dos sabemos que lo derrumbaría todo si volviese a encontrarte;
quebrantaría toda ley.
Incendiaría mis cimientos por ti;
mis intenciones se reducirían a cenizas si me tocases.
Mi corazón dejaría de asfixiarse sólo,
y comenzaría a palpitar de nuevo
como una bomba de relojería en cuenta atrás,
deseando explotar,
deseando ganar esta maldita batalla campal.

En el instante en que me reflejase en tus ojos por milésima vez,
volvería a caer en tus improbables;
volvería a soñarte despierta, con todo detalle.
Volvería a buscar tu mirada por cada esquina de mi calle,
por cada uno de los rincones de la casa,
tu tacto entre las sábanas,
y tu olor en la almohada.

Dejaría de maldecirnos por haber confundido los silencios
con los ''te echo de menos'';
por haberme encadenado a tu sombra fugitiva,
a tus huidas relativas.
Por haber creado una utopía de tus besos.
Pero estoy cansada de vivir en el escozor de tu recuerdo.
De tener mis ojeras encharcadas.
De tenerte encrucijada.

Ahora de momento sólo quiero vomitar estas estúpidas mariposas muertas
que han dejado de revolotear por mi estómago.
Dejar de sentir el filo de mil cuchillas cuando intuyo que me olvidas.
Dejar de pensar que volverás sólo por derribarme una vez más.
... Dejar de ser marchita,
y aceptar que no serás tú quien me devuelva a la vida.

Debería convencerme de que pensándote de más,
no lograré que me duelas de menos. 

sábado, 17 de octubre de 2015

Placer de riesgo

 Hay momentos en los que la vida
te coloca a la misma distancia
de huir o quedarte para siempre.
- Elvira Sastre

El amor ha averiguado los métodos más insospechados
de engañar al corazón;
adicto al riesgo,
se deja guiar por la adrenalina de tus abrazos.
Para colmo se ha revelado en contra de mi razón,
y la que padece las consecuencias
no es nadie sino yo.

Mi mente ahora mismo es un frente de guerra;
y Cupido no ha venido aún a decirme
si debo dejarte vencer.
Intuición.
Algo me dice que tengo todas las de perder,
pero que también lamentaré si no te pido
...que  seas 
              conmigo.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Carta de despedida nº 3

Fuimos una aleación de conmoción y ternura,
sentimientos confusos,
dime quién va a desenmarañar todo este estropicio.
Perdona mi desorden;
pensé que el amor sería más divertido cuanto más caótico fuera.

Fuimos magia a primer beso,
hechizo.
Pero como siempre, la ilusión esconde un truco;
no tendrías que haberme dicho la verdad
hasta que no hubiera despertado.
Sólo te pido que no aparezcas en más pesadillas,
no sea que mis monstruos se enamoren de tu voz otra vez.
Y de mis sueños ya me encargo yo,
no vayan a salir corriendo detrás de ti
y se marchiten
-como yo-.
Ahora no me traigas rosas,
ni me llames flor.
Voy a abrazarme sin miedo a tus espinas,
y fingiré que ya no escueces.

Me faltas.
Aposté por ti y perdí mi dirección,
porque hogar eras tú y de esto no quedan más que escombros.
Ahora sólo tengo tu canción,
libros que no me dicen nada,
un té insípido,
niebla,
y disnea.
Nunca quise ser tu Dulcinea,
y mira.
Ahora no tengo ni caballero,
pero sí heridas de balas,
marcas de nuestra guerra.

Aprende que cuando sales tienes que cerrar la puerta,
ahora me entra frío.

sábado, 10 de octubre de 2015

Amor del revés

Nos amamos siempre del revés, no le des más vueltas;
no me descoloques más esquemas.
Es de mala educación romper a alguien sin su permiso.
Te aviso.
Nunca respetaste las reglas del juego,
déjame recordarte que me arriesgué a quererte en contra del mundo.
Era la única norma: no me quiebres antes de tiempo, que pronto llega el invierno y no quiero congelar mis heridas.
Las tuyas.
Las nuestras.
Lo nuestro.
Qué bello.
Joder, hay veces que lo echo de menos.

Joder, y qué tonta he sido, qué ingenua.

Te advierto, no te atrevas a volver para despedirte con otro beso,
no seré capaz de soportar más vacío,
y mis oídos no podrán escuchar más excusas.
No vuelvas, no vaya a ser que lo haga contigo;
así que quédate en el marco de la puerta suplicando regresos,
que yo voy a regresar a mi futuro,
sin tu presente ni tu pasado, sin tus dónde y cuándo.

No quiero más rasguños.
Te he permitido jugar conmigo siendo de porcelana
y he perdido mis piezas.
Y mi blindaje.
Me deshice de él en el momento en que me tocaste.
¿Recuerdas?

Qué lástima eso de tener que soportar el dolor de un corazón roto.
Otra vez.
Despedazado en astillas.
Astillas que se quiebran, se clavan, que se queman.
Cerillas.
No me pidas fuego para encenderte el cigarro.
No quiero más humo, que para eso ya tengo tus promesas, etéreas.
Y para vicios ya estaba yo, aunque ya no.

He perdido la fe, que más que en el amor, es en mi.

Yo quiero enamorarme de la vida y de nadie más.


jueves, 1 de octubre de 2015

La muerte juega haciendo trampas.

Los malos presentimientos:
Fantasmas sedientos.
Ansias de llantos.
Angustia, recelo, desvelo.
Que no lloro, ni me desfogo,
pero el nudo en la garganta taladra.

A veces siento que sólo me espera tormenta;
que desde que te fuiste nadie sonríe de la misma manera.
Todo está torcido.
Me faltan tus abrazos, tus ojos cansados;
ya nadie me ha vuelto a decir ''que soy la niña más guapa''.
Y mis meses favoritos no se van a celebrar igual.

Pero yo más que tristeza guardo rabia.
Estoy cogiendo manía a los viernes, al metro,
a la gente hipócrita que finge por robar algo más de piedad.
Coraje por haberme perdido la primavera fingiendo inviernos;
Y después del verano,
ahora, el otoño parece más triste;
viendo cómo todo poco a poco se marchita.
Parece que me toca echar mucho de menos...
Ahora que todo el mundo se va.

La muerte siempre juega haciendo trampas.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Deshojando margaritas

''¿Cómo explico yo que mi vida ha dado un giro de 180º?
Da vértigo tanto cambio.
Y si tuviese que elegir lo que mantiene el norte y el sur fijos,
sería él.
Pero como duele reconocerlo.''

Y lo dice la niña que siempre mira al suelo por vergüenza,
que no dice que por las noches se siente sola,
pero grita que la quieran.
Que duda de todas sus opciones,
aunque lo que más claro tiene es que lo importante son las personas;
y esas oportunidades con alguien nuevo son las que siempre deja pasar;
pero porque la acojona otorgarle su felicidad a alguien más.
Por miedo siempre se reprime y calla.

El otro día me decía que tiene pánico a darse de bruces contra un muro de nuevo.
Que no quiere crear más utopías ni idealizar a nadie más,
que las consecuencias son graves.
Decía que es más fácil vivir deshojando margaritas,
y que en ocasiones prefería eso a que la deshojaran a ella.
Pero en el fondo quería compartir sus sueños con alguien,
y dejar de sentirse egoísta.

Y yo escuchaba el eco de su voz mientras miraba fijamente mi café.

Chico, el amor es por y para valientes.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Tempestades

No soy un pirata que aparenta ser princesa
sólo por ser rescatada.
Sin embargo sigo temiendo que se me acabe el tiempo.
Y ni siquiera sé muy bien a qué coño estoy esperando.
O a quién.

Siempre es el canto de la misma sirena.

No busco una brújula que marque mi norte,
ya sé cuál es,
pero quizás no sea mi tierra firme.
No me digas que lo que necesito es un cambio de ruta.
No quiero asumir que quizás lo que más quiero
es lo que menos necesito.

Supongo que todo se reduce a no querer reconocer
que el problema no son hundimientos,
ni golpes ni daños;
ni cenizas;
que la tormenta soy yo.

Que dejo pasar mis batallas por miedo a perderlas,
por miedo a hacerme añicos de nuevo,
fingiendo nuevos naufragios
y culpando al enemigo de mi derrota.

No me digas que te necesito a ti,
porque cambiaré de rumbo;
aparentando más tempestades y oleadas.
Que al fin y al cabo,
sólo serán las lágrimas de una cobarde.

Aunque ojalá llegues algún día
y me demuestres que no pasa nada si me estrello contigo.
Cuando ya no tenga miedo a derrumbarme.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Cambios

Y de repente ocurre,
tus sentimientos por una vez arrollan a los pensamientos,
y es que la razón siempre ha querido ir por delante.
Comprendes el motivo por el que ya no lloras.
Entiendes por qué ya no plasmas el alma en papel.
Simplemente estás vacía porque te has querido deshacer del pasado.
Empiezas a pensar que necesitas el abrazo de alguien que te haga entrar en calor.
Y eso jode,
cuando antes bastaba con menos.

Son los comienzos apresurados los que te hacen tambalear a veces,
replantearte si tantas miradas amargas sirvieron de algo.
Si realmente merecía la pena llorar,
y escuchar las voces de tantas inseguridades.
Y te autoconvences de que nada era lo demasiado importante como para sangrar durante tanto tiempo,
y echar de menos lo único que no podrás recuperar.

Entonces entiendes que nada en la vida es fijo,
y vivimos a base de cambios.
Porque sólo somos almas herrantes
esperando encontrar otro momento del que vivir,
buscando nuevos vicios y vacíos por los que llorar.

Son los putos puntos de inflexión los que te hacen pensar en lo que dejas atrás,
y te piden que te estrelles a ciegas contra el futuro,
porque realmente el presente nos tiene acojonados y atados de manos.

lunes, 25 de mayo de 2015

Quizases infinitos

Hablo de galaxias que nunca llegaron a colisionar;
De esos polos opuestos que no sé por qué
esta vez se repelen y nunca pudieron ser tangentes.
Hablo de aquello que pudo ser y nunca fue.
Hablo de la pérdida de 365 oportunidades,
que se acabaron convirtiendo en 365 silencios.
Hablo del verte y no tenerte.

Pero imagina que en un universo paralelo yo te tengo y tu me tienes;
Que me das la parte que me falta,
que no somos dos piezas de puzzle distintas
y que nos complementamos.
Quizás en ese hipotético supuesto, ahora sería distinta;
Y tendría el suficiente coraje como para enfrentarme a más incendios,
porque no se... Serías el motivo por el que quemarme.

Sin embargo hay que saber lidiar con los quizases;
Y si, quizás si ahora te tuviera, escogería otra ruta en mi camino.
Pero fuiste la persona correcta en el momento inoportuno,
porque yo tenía que sobrevivir a mi propio naufragio
y no podía soportar otra tormenta más.
O quizás no.

Sin embargo dudo que sepas,
dudo que entiendas
que eres ese quizás al que siempre le estaré agradecida
porque me diste la pista para adivinar lo que soy
a partir de una letra falsa en mi nombre.
Y quizás eso fue lo que me salvó.
O quizás no.

Nunca lo sabré, los quizases siempre son indefinidos.
Y es que por si no lo sabías
el amor también es indefinido y siempre tiende a infinito,
al igual que las oportunidades que desperdicié.

Pero bueno,
yo guardo silencio, que el presente ya me tiene sin palabras.

sábado, 11 de abril de 2015

La más brillante estrella fugaz.

Cada día que avanzaba significaba un paso más afianzando el camino hacia una explanada vacía, oscura y desconocida, aunque llena de pequeños destellos, de aquellas estrellas que gozan de vitalidad, pero que su luz queda tan lejana... Ese inmenso universo que aguarda las almas inertes que ya no rezan a ningún Dios.
Él sentía inconscientemente que sería su "hoy y ahora" en sustitución de un lejano devenir, del que todos somos conscientes pero nadie tiene presente.

Sólo me quedaba reflexionar sobre un pasado que parecía emborronarse, en contraste con un futuro, lleno de posibilidades y opciones inimaginables, cargado de momentos eternos que pasarían a ser un recuerdo a cierta edad.
Sólo me quedaba pensar en un presente importante, en mi punto de inflexión; Sin poder permitirme demasiadas lágrimas que reflejasen la tristeza, impotencia y agonía que me ocasionaba ver a las personas más importantes de mi vida sufrir, y esconder nudos en la garganta por una estúpida "ley de vida".
Creo que en ese instante comencé a ser consciente de lo que significa la vida: un deterioro paulatino a cambio de la oportunidad de ser felices.
Creo que en ese instante sentí que nadie podría entenderme; Que nadie apreciaría la brevedad de una modesta existencia, y a la vez verla tan extensa desde mi perspectiva; Sentí que nadie comprendería la sensación de ver a los más queridos apagarse.


Para él, el problema era un corazón entumecido que le hacía desfallecer, o quizás el haber vivido una vida suficientemente larga que le otorgaba la suficiente certeza como para confiar en sus ángeles de la guarda.

Suelen decir que cada alma que deja la vida forma una estrella en el universo...
Me parece una bonita metáfora para recordar a los que estuvieron con nosotros y sentirles "cerca"...
A él simplemente le hacía falta algo de magia que le hiciese brillar en todas aquellas frías tonalidades, que iluminasen la oscuridad de cada una de las esquinas de su cuerpo, que se hallaba turbio, dolorido y agotado.

Él yacía apagado, sin vida, admirando la belleza que le rodeaba, la creación de nuevas nebulosas que besaban constelaciones.

Nunca pudo predecir el día en el que encontrase su armonía. 
Simplemente firmó su último aliento con lágrimas, que dejaron a su paso la estela de la más brillante y preciosa estrella fugaz.

Te voy a echar de menos.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Tóxico

Versos en borrador en la encimera.
Goteras rebosaban el umbral de la paciencia,
resonaban en un estruendoso eco.
El repiqueteo inundó el apartamento.

Sentía rabia,
reprimida,
refrenada...
A punto de explotar.
Sentía arrepentimiento,
bravo,
desbocado.
La aprisionó un veneno tóxico,
recuerdos que vagamente lograba evocar...
Secuelas borrosas,
vidriosas.

Fue un vínculo virulento,
basado en la soberbia y en la arrogancia;
Medido por una balanza de vanidad y cobardía
cedida al bando podrido,
a una sonrisa turbia,
embaucadora,
embustera,
que no gritaba nada más aparte de venganza.

Una sonrisa dañina como el filo de una navaja;
Tóxica como una droga que engancha.
La sonrisa de ese alguien que nunca supo amar.

viernes, 27 de febrero de 2015

Frenesí

Tú, y yo...
Tan distintos,
navegamos a contracorriente;
Eres la explosión de mi constelación de estrellas;
Y juntos, la encarnación de un choque de miradas.

Mantengo mi promesa de no querer reflejarme en otros ojos verdes que no sean los tuyos.

Quiero pisar el asfalto de París contigo cuando llueva,
leerte versos al oído,
convertirte en gotas que caigan por mi cristal,
sentir tus huellas,
guiarme hasta encontrarte,
y decirte que te he echado de menos.

Quiero trazar tantos planes infinitos contigo...
Sabiendo que eres un límite de futuro.
Quiero descifrar tu hechizo,
amarte hasta que duela.
Y arrepentirme cuando eso pase.

Y culparte cuando eso pase.

Y perdonarte cuando me repitas en un susurro
que soy tu certeza;
Y tu cordura;

Que soy tu frenesí.

lunes, 16 de febrero de 2015

Nieve

Un día de invierno,
dispersándose por todo un amplio cielo encapotado,
la esperanza se tomaba la libertad de salir volando,
alto,
intentando alcanzar a la nube que despedía fríos copos de nieve con un leve soplo de viento.
Junto a tanto frío,
tanto dolor,
mis manos entumecidas eran incapaces de retener aquellos sueños pendientes,
frágiles y ligeros,
que caían al suelo deshechos.

Un obstinado pensamiento me recuerda que
un día de invierno,
como el de hoy,
te tenía a mi lado,
tu calor y tus abrazos, de esos que te hacen sentir como en casa,
tenía tu sonrisa como tesoro y recompensa,
y la sensación de tener el poder de dibujártela si lo que veía eran tus lágrimas.

Maldita sea, este febrero se está haciendo largo...
Y tantas esperanzas quebradas me recuerdan esos miedos;
Esos ridículos miedos que se aferran,
que susurran finales tristes y corazones rotos,
que prometen soledad y vacío.
Esos miedos que hablan de no tenerte,
que dicen de perderte por siempre. 
Esos miedos a abandonar tantos recuerdos... enmarcados en forma de fotografía.
Esos miedos al olvido..
Y es que ¿quién no ha tenido miedo a olvidar?
O a ser olvidado...
Aunque es cierto que siempre se les puede dedicar un epitafio a esos momentos perecederos,
que los sepulte en el olvido con cariño.

El asfalto se va volviendo blanco poco a poco,
y mientras van cayendo gotas de lluvia heladas,
el frío parece confortar detrás de cristales empañados,
a través de una mirada vidriosa.
Siempre he pensado que la nieve hace de esta estación del año algo delicado y mágico;

Precisamente es tu ausencia la que hace nevar en el fondo de mi alma.