martes, 30 de diciembre de 2014

365

365 pasos que resuenan en la madera,
como una vieja canción que se tararea.
365 déjà vus que quisiera desdibujar
-Lo que nunca se llegó a plantear es que,
incluso ciega,
seguiría sintiendo sus días como ya vividos.-
365 pisadas en las que se abandonó a sí misma;
Y tuvo que ir a rescatarse de entre sus ruinas;
Entonces si que no se dignó a girar la cabeza
para volver a ver aquella desolación.

Los meses la atropellaban y la robaban el aliento.
Fueron días en los que se resentían sus cicatrices,
en los que sentía que sus sombras querían volver a la vida...
-Y ojalá las hubiera dejado...
O tal vez no.-
Fueron días en los que la brújula se confundía entre norte y sur;
será que ese año cogió varios aviones de ida y vuelta...
Al final se dejó guiar por intuición.

Han sido 365 noches sin ángel de la guarda,
pero con una estrella iluminando el camino de regreso.
365 palabras que siempre significaban lo mismo.
365 maldiciones que resquebrajaban sus raíces
-o bendiciones
al haberse encontrado.-
365 malas costumbres,
remordimientos por cada uno de los fallos que la hacen ser humana.
365 balas, de las cuales habrá disparado varias contra ella.
Qué pérdida de munición...
Habrá querido morir para demostrarse a sí misma que nacemos siendo quienes somos
y que no existe la reencarnación.

Las otras restantes las guardará en defensa propia,
para los 365 ataques que la esperan a la vuelta de la esquina.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Nuestra pacífica batalla

Los poemas no son más que una forma de olvidar la realidad en un momento,
o por el contrario, un método para reconciliarte con la vida,
con el dolor,
el amor,
el rencor,
o la vergüenza que sentimos.

Nunca dejarán de ser más que palabras que reflejen nuestra expresión;
Una manera de cicatrizar, o de verter todas las lágrimas que almacenamos.
No dejarán de ser una serie de tópicos:
espejos,
naufragios,
desolación
...
Porque el hombre nunca dejará de ser humano,
nunca dejará de ahogarse en sus lagunas,
nunca dejará de prometer amores sin sentido,
de jurar rescates,
nunca dejará de quedarse en vela durante noches enteras
observando la llama de su preocupación;
ni de acostarse en madrugadas nubladas
en las que la niebla parece rodearte
y esconderte de tu cordura.

Puede que los poemas sean nuestra pacífica batalla,
la más bella forma de dejarnos alma y cuerpo en un folio,
pero quizás la mejor forma de hacer poesía sea darle la vuelta al barco,
decir a todas aquellas personas que quieran reinventarse
que la mejor opción para no perderse es coger el atajo y no cambiar de camino;
o vociferar socorros a los que sólo tu mismo puedes acudir.
Consiste en llorar por lo que venga
porque todo el mundo está asustado de su destino;
y sonreír por lo que fue;
aprovechar los momentos que marca el minutero y sonreír justo después de besar.
Consiste en susurrarles a los corazones rotos que nada se olvida,
pero curiosamente todo pasa
y parece ser diminuto comparado con el abismo del tiempo.
Consiste en abrazar a las almas solitarias, aunque no sea físicamente,
en gritar que todo motivo de peso es perfecto para llorar,
y que nadie te diga lo contrario.
Consiste en tener la esperanza de que todo sueño puede ser convertido en proyecto.
Consiste en ser conscientes de que nadie renace,
pero que hay 194 países para encontrarse.

Que a pesar de lo que ya sabemos,
la vida son las vistas,
y la poesía es cerrar los ojos
y sentirlas.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Érase una vez...

Érase una vez una mente racional, bañada de ideales elitistas; Palabras elocuentes que valoraban algo más que la superficialidad, y unos brazos llenos de rabia, odio e impotencia; Un corazón partido en esperanza y una mirada cansada.
Su conciencia la había declarado la guerra; No obstante, ella se llenaba la cabeza de sueños, y se curaba el alma con poemas porque las tiritas no abarcaban tantos rasguños.

Había días en los que sus pasos la dirigían al lado opuesto de lo que ella tenía pensado. Hubiese tenido que arañar el suelo para arrastrarse hacia donde quería llegar su autoexigencia.
Sus amigos la decían que la felicidad era más simple; Para ella no, ella siempre pensó que la felicidad se encontraría escondida tras una apariencia que no la definía.
Érase una vez una jovencita volcada en la perfección y la autodestrucción.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Ruleta Rusa

El riesgo de jugar a la ruleta rusa
acompañada de tu sonrisa podrida,
de tu mirada perdida,
se ha convertido en la única forma
que tienen mis ojos de creer tus mentiras.

Arriesgamos nuestra memoria a caer en el rencor,
pudiendo apretar el gatillo
y asesinar la poca fe que queda en nosotros,
perforándonos la piel con tantas promesas quebrantadas.

Y no dudo en que tendrás el suficiente valor como para lamentarte sin remordimientos al ver tanta sangre derramada;
Sin pensar en ningún momento que quizás
todo esto fue un error,
que todo esto fue una manipulación.
Y quizás tus actos no crean que la culpa
la tienen tus propias manos.

jueves, 30 de octubre de 2014

Bonheur

Hay quien dice que la felicidad está en el éxito, y hay quien experimenta el extravío cuando no ve más allá de la turbia y repetitiva niebla matutina.
Yo digo que la felicidad se encuentra precisamente en cerrar los ojos para enfrentarte a tu propia oscuridad, y dejar de tenerle miedo.
En abrir la ventana y saludar a las sombras que de niños nos atormentaban; Y susurrarlas que estamos acostumbrados a los puntos suspensivos que nos escribe la vida, que nos atraviesan como tres balas, con sus fogonazos de pólvora que nos entierran en nuestro destino. Y es que nosotros somos quienes decidimos ser inmortales o no.
Consiste en ser valiente, en cortarse con el filo de las páginas que relatan tus errores.
Saber que un laberinto sólo son muros; Que hay una entrada y una salida, y lo que conecta cada puerta, son sólo
nuestros pasos.
Que la sensatez consiste en saber que la belleza no es un cánon; Que los cánones son cuatro líneas ficticias que fingen ser el objetivo de la vida. Que el vacío no lo es todo, ni la luz de nuestras vidas es sólo el brillo de las estrellas que vemos en cada una de las noches que pasamos en vela. Que hay algo más allá de nuestra conciencia traicionera. 

La felicidad es la última lágrima que derramamos por desahogo, el abrazo que nos recompone las piezas.
Está en las palabras que diremos, en los sueños, en los planes y en los viajes, en un destello, en un beso, en reflejarte y verte bien en un espejo, en ser inmune al veneno, a salir impune de nuestras pesadillas.
Está en saber decirle al temor que fue él quien nació en una leyenda, y que tú eres más fuerte que cualquier bombardeo.
La felicidad es la meta, son las vistas, es el esfuerzo, el orgullo y la modestia, es la sonrisa,
y es el escucharme al decir que te quiero.

viernes, 10 de octubre de 2014

Héroes

Hoy en día, se ha hecho del amor una expectativa de sonrisas sinceras, de héroes de ficción que nos desvisten el alma y la piel.
Queremos jugar al filo de la navaja, sin caer al abismo del olvido. Quizás porque esperamos que los latidos dejen apartados al miedo, a las inseguridades, las promesas y las mentiras, y los puntos suspensivos
...
Lo que antes conocían como consuelo, ahora son caricias que agrietan nuestra piel, marcando pertenencia sin que seamos de nadie.
Y es entonces cuando el amor no nos repara del todo, y reivindicamos nuestra independencia, arrastrando nuestro tanque de soledad por delante.
Y aún así, esperamos la huida de villanos, para que no nos roben más aliento ni más tiempo.

En escasas ocasiones me he creído que una historia de pasión iba a resultar un héroe definitivo, mi salvación.
Cuántas balas habrán alcanzado a aquellos que no se dieron cuenta de que nuestros héroes somos nosotros mismos...
Que es mejor no pasar más noches hirviendo el corazón en traiciones al descubrir otra mirada más, ocultada tras un antifaz de superhéroe al final de la barra de otro bar.

lunes, 6 de octubre de 2014

La caja de Pandora

Tengo un alma inquieta
una intención llena de proyectos,
páginas con historias que contar,
sueños por delante,
una utopía que crear.

Unas alas que me impulsan a viajar
allá donde el sol no ha proyectado aún mi sombra,
independencia, melancolía,
a palabras que desprenden tinta,
heridas por curar,
fotografías por tomar.

Reservo un ápice de fe,
que aún no sé si es en mí,
o en lograr cubrir las decepciones tras una cortina.
Quiero ocupar el vacío de mi habitación,
que hace tiempo que ya no llenan
ni mis pesadillas ni mis sueños.

Soy un conjunto de deshielos,
de ideales de cristal.
Soy mi propio punto de fuga.
Soy mi propio jaque sin ser mate.
Soy una falsa letra al comienzo de mi nombre,
que define lo que no soy,
como carta de presentación.
Soy una caja de Pandora,
pero vacía,
o quizás no.

Nadie la ha abierto aún.
Ni yo,
puede que por miedo a saber lo que guarda.

martes, 30 de septiembre de 2014

Un día cualquiera

Un día cualquiera,
un amanecer apresurado te despierta entre las mismas sábanas
que arroparon tus sollozos a lo largo de varias madrugadas.
Y te parecen más suaves que ayer.
Te percatas de que no te falta
la ausencia de sus besos para comenzar el día.

Un día cualquiera preparas el café de las mañanas,
y no te sabe tan amargo como solía,
aunque no tengas su presencia para endulzarte el madrugón.

Visualizas tu ceguera
y ves que nada es demasiado sombrío,
que son las llamas de las velas
que llevan apagadas desde hace mucho
que hay demasiadas páginas intactas,
acumuladas encima de la mesa,
esperando a ser leídas.
No necesitas música para apagar el silencio,
dejó de ser devastador.
Te das cuenta de que el olvido deja de ser gratuito
y dejas de pagar las consecuencias.

Un día cualquiera,
vuelve a llover;
Y un instinto innato dirige tus pisadas hacia la calle,
y no sientes el frío de la lluvia,
sino que hallas tu resguardo
en medio del extravío.

Sientes que tus heridas pueden hacer frente a más olvidos.
Aceptas que el ''ojalá'' no es el mejor de los consuelos.
Que no hace falta calcinar tantas cartas
para dejar de temer a las promesas quebrantadas.
Reconoces que el amor es una historia a base de relatos cortos,
que la mayoría acaban en punto y coma,
y que la soledad no es más que el nombre de una compañera silenciosa.

Un día cualquiera,
aceptas tu sonrisa como una nueva oportunidad.
Le regalas por sorpresa indulgencia a tus errores.
Y te planteas la vida como método de terapia.

Un día cualquiera,
El corazón se te vuelca,
y te das cuenta
de que tus manos tienen la manía
de sostener la vida dada la vuelta.


martes, 23 de septiembre de 2014

Sobrevivo sin sol.

En esos fríos momentos,
cuando oigo la música que no logra silenciar el sonido de mis pensamientos;
Empiezo a escuchar los pasos de mis sombras
que se aproximan como una nube que amenaza con tormenta..
Es cuando me comienza a llover.
Derramo lágrimas,
una tras otra,
que intentan borrar mis heridas.
La impotencia me rebosa;
Esas cicatrices que siguen presentes.
Y mi mirada se cansa de verlas tan intactas...
Tan recientes.

La tormenta no cesa,
dentro y fuera de mi.
Ya estoy calada.
Comienza a diluviar
y yo sin paraguas.

El no saber si sería mejor callar,
olvidar o cambiar.
El querer aceptarse y ser otra a la vez.
El querer que mañana brille el sol y que anuncien precipitaciones.

Seré yo la que me precipite esta noche al desear todo y nada.
Todo cae y todo queda.
Todo tan quieto y yo tan a punto de explotar...
Mi mente exigiendo ruido y mis cuerdas vocales gritando silencio.

Me queda muy poca paciencia.
El frío me hiela las venas, y me siento intoxicada.
Cuando será que cesen las nevadas,
cuando desaparezcan mis fantasmas.
Lástima que viva en un continuo invierno...
Sobrevivo sin sol.

martes, 16 de septiembre de 2014

La chica atemporal

Un lunes cualquiera, al lado de la acera,
rodeada de transeúntes apresurados, a los que se les adelanta el reloj por minutos...
A ella se le atrasa por segundos.

Tiene la cabeza baja, pasa desapercibida mientras se centra en su lectura.
La sencillez y la modestia se reflejan en sus ojos marrón verdosos.
Consigue cierta calma con sus viejos vicios.
Procura recuperar las cualidades que perdió por no distinguir el norte del oeste.

Refugia sus sentidos en la cafeína.
Intenta disimular sus ojeras que la deja el insomnio todas las noches.
Lo que ella no sabe es que el insomnio la ha cogido tanto cariño
que ahora se presenta en su almohada a medianoche para evitar esas repetitivas pesadillas.

Sopla una brisa de aire fresco en el centro de Madrid.
Bailan las hojas de los árboles que empiezan a secarse, en consonancia con su sonrisa.
Lo siente todo a flor de piel, y la estremece un escalofrío.
Se avecina el otoño, su estación preferida.
No parece que la afecte el tiempo, ni el clima..
Para ella nunca pasan las horas, su reloj no funciona desde que su alma se partió en dos.
A ella la mueven los recuerdos, los momentos, la deriva de las piezas en que se dividió su corazón.

Siempre fue una chica atemporal.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Cánones inexorables


Hace mucho tiempo que la conciencia está en decadencia.
Hace mucho que nuestro planteamiento carece de inquisiciones, y no ofrecemos resistencia alguna a nuestro naufragio, tirando nuestra brújula al mar.

Critico a aquellos quienes roban un pedacito de nuestra cordura; Quien quiera que fuese el inconsciente que pensara que lo inalcanzable resulta más atractivo, e hizo que nos seduciese la idea.

Desde cuándo la sociedad dicta las normas de la belleza, desde cuándo intenta medir magnitudes abstractas e imprecisas.

Hasta dónde llega el límite de la vergüenza, el odio o el rencor propio, como para hacernos vivir de humo, alimentarnos de algo tan inmaterial como es una creencia.

En qué momento hemos perdido tanta alma y corazón como para dejar que nos consuma una mera manipulación.
Desde cuándo las críticas se convierten en sólidas cadenas de condenas, que tiran de nosotros y nos ahogan en nuestro pozo de inseguridades.
Estamos equivocados al pensar que el hecho de morir por deleitarnos con un dulce bocado es preferible a volver a destrozar el cristal de otro espejo, en un intento de romper la imagen que el canon no acepta.
¿Desde cuándo acentuar nuestros huesos es vital?

domingo, 7 de septiembre de 2014

Tormenta de verano

Una tarde nublada de agosto
intentaba pintar mis muros derrumbados.
Por aquello de que no pareciesen simples ruinas.
Con una ráfaga de viento
me pareció ver llegar tu recuerdo.
Y comenzó a nublarse.
Y me lloviste.
No me quedaba mas que una monótona gama de grises
porque hasta el tono de color más triste
quedó arruinado
durante esa última tormenta de verano.

Llovió mientras acababa de disimular los desconchones de mi pared,
esa que destrozaste con tus puños en nuestra última pelea.

martes, 2 de septiembre de 2014

Vivimos muertos

Hoy en día, la mentalidad humana se basa muchas veces en los prejuicios que nos destruyen unos a otros.
Nuestra existencia está al servicio de esos ideales por los que vivimos, que nos modelan a su gusto.
Nos hemos convertido en marionetas, y es la presión social quien nos maneja.

Nos caracterizamos por observar a la gente pasar, por pensar que nos gustaría ser una de esas sombras que pasa ante nuestros ojos. Y sin embargo, no nos damos cuenta de que, si habitásemos su piel por unos días, querríamos volver a ser nosotros mismos.
No está de moda la aceptación propia,
exigimos la desaparición de nuestros defectos,
quisiéramos ser perfectos,
y carecer de grietas...
Siendo conscientes de que somos porcelana aguantando un golpe tras otro.

En esta sociedad, etérea y de mentira, criticamos la hipocresía mientras juramos que son los otros los falsos.
Y mientras vivimos todos de incógnito, apartados en nuestro castillo de naipes.
Nos dedicamos a utilizar la mediocridad como disfraz para esconder los detalles que componen la verdadera felicidad... Si, esa, que, según cuenta la leyenda, se encuentra en las pequeñas cosas de la vida.

No paramos de buscar excusas que nos oculten tras nuestro inexpresivo rostro, tras nuestra impasible rutina, tras nuestras huellas invisibles en el asfalto; Sólo por conservar nuestro anonimato, en un intento de salvar la poca ilusión que queda dentro de nosotros, y evitar que nos la arrebaten las críticas.

Nos han convertido en fantasmas acorazados; Y ante la mirada de un extraño, lo que nos define, es la imagen del reflejo que mostramos;
¿Y no deberíamos ser la transparencia del vidrio de una ventana que nos enseñe tal y como somos?
¿No es triste vivir tras un reflejo?
¿No es triste vivir estando muerto?





lunes, 25 de agosto de 2014

Viajes

El día comienza temprano.
La m50 tenuemente iluminada a ritmo de m83.
Dejaré mis pesadillas a 1811 km de distancia.
No me apena dejarte atrás.

Que soy de las que piensan en su pasado
como quien mira por un retrovisor:
ve lo que deja tras su paso,
y asegura que no le define.
Que soy de las que se sienten como en casa
cuando me elevo al mismo ritmo que el amanecer,
sobrevolando diminutas ciudades de papel,
a las que parece que no pertenezco.
Que es en los nuevos lugares que no has pisado
donde te conviertes en un anónimo más
a punto de conocerse a sí mismo.
Es donde no hay que lidiar con expectativas,
sino que las pones tú.
Donde cruzar la mirada con un extraño
es otra forma de empezar.

Y te conviertes a cada paso
en la simple conjugación del verbo ser en presente...
Me veo tan sencilla como una palabra,
que no cuenta con futuro ni pasado.

Yo soy de las que vive a base de instantes que se hacen eternos.
No sé si me gusta tanto viajar porque me pierdo
a la vez que me encuentro,
o simplemente porque me veo pequeña ante el mundo entero...
Y quién me iba a decir
que sentirse insignificante ante la inmensidad de un universo
me iba a hacer pensar
que soy grande,
muy grande.