viernes, 10 de octubre de 2014

Héroes

Hoy en día, se ha hecho del amor una expectativa de sonrisas sinceras, de héroes de ficción que nos desvisten el alma y la piel.
Queremos jugar al filo de la navaja, sin caer al abismo del olvido. Quizás porque esperamos que los latidos dejen apartados al miedo, a las inseguridades, las promesas y las mentiras, y los puntos suspensivos
...
Lo que antes conocían como consuelo, ahora son caricias que agrietan nuestra piel, marcando pertenencia sin que seamos de nadie.
Y es entonces cuando el amor no nos repara del todo, y reivindicamos nuestra independencia, arrastrando nuestro tanque de soledad por delante.
Y aún así, esperamos la huida de villanos, para que no nos roben más aliento ni más tiempo.

En escasas ocasiones me he creído que una historia de pasión iba a resultar un héroe definitivo, mi salvación.
Cuántas balas habrán alcanzado a aquellos que no se dieron cuenta de que nuestros héroes somos nosotros mismos...
Que es mejor no pasar más noches hirviendo el corazón en traiciones al descubrir otra mirada más, ocultada tras un antifaz de superhéroe al final de la barra de otro bar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario