domingo, 7 de septiembre de 2014

Tormenta de verano

Una tarde nublada de agosto
intentaba pintar mis muros derrumbados.
Por aquello de que no pareciesen simples ruinas.
Con una ráfaga de viento
me pareció ver llegar tu recuerdo.
Y comenzó a nublarse.
Y me lloviste.
No me quedaba mas que una monótona gama de grises
porque hasta el tono de color más triste
quedó arruinado
durante esa última tormenta de verano.

Llovió mientras acababa de disimular los desconchones de mi pared,
esa que destrozaste con tus puños en nuestra última pelea.

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