viernes, 11 de septiembre de 2015

Cambios

Y de repente ocurre,
tus sentimientos por una vez arrollan a los pensamientos,
y es que la razón siempre ha querido ir por delante.
Comprendes el motivo por el que ya no lloras.
Entiendes por qué ya no plasmas el alma en papel.
Simplemente estás vacía porque te has querido deshacer del pasado.
Empiezas a pensar que necesitas el abrazo de alguien que te haga entrar en calor.
Y eso jode,
cuando antes bastaba con menos.

Son los comienzos apresurados los que te hacen tambalear a veces,
replantearte si tantas miradas amargas sirvieron de algo.
Si realmente merecía la pena llorar,
y escuchar las voces de tantas inseguridades.
Y te autoconvences de que nada era lo demasiado importante como para sangrar durante tanto tiempo,
y echar de menos lo único que no podrás recuperar.

Entonces entiendes que nada en la vida es fijo,
y vivimos a base de cambios.
Porque sólo somos almas herrantes
esperando encontrar otro momento del que vivir,
buscando nuevos vicios y vacíos por los que llorar.

Son los putos puntos de inflexión los que te hacen pensar en lo que dejas atrás,
y te piden que te estrelles a ciegas contra el futuro,
porque realmente el presente nos tiene acojonados y atados de manos.

1 comentario:

  1. Hacia mucho tiempo que no me pasaba por aquí y que alegría más tonta al ver todo lo nuevo que tengo por leer y, a cada cual, mejor.

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