miércoles, 22 de junio de 2016

Trenes e historias tristes

Suenan letras de canciones tristes a la 1:30 de la mañana.
Mi hora de las brujas,
la hora de mis demonios.

La hora de los lamentos,
de los recuerdos de decisiones equívocas,
de oportunidades perdidas:
aquel tren que paró delante de mis ojos y dejé pasar.

Ironía es ser yo ahora la que está de brazos cruzados en el andén,
esperando ser arrollada por el mismo final de aquella historia de amor.

Estoy sentada en las vías esperando el golpe como una niña necia;
y sé con certeza que no me apartaré,
igual que no me apartaría si vinieses a abrazarme.

Pero haré que el final parezca un accidente,
igual que lo fue fijarme en tu maldita sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario