miércoles, 14 de octubre de 2015

Carta de despedida nº 3

Fuimos una aleación de conmoción y ternura,
sentimientos confusos,
dime quién va a desenmarañar todo este estropicio.
Perdona mi desorden;
pensé que el amor sería más divertido cuanto más caótico fuera.

Fuimos magia a primer beso,
hechizo.
Pero como siempre, la ilusión esconde un truco;
no tendrías que haberme dicho la verdad
hasta que no hubiera despertado.
Sólo te pido que no aparezcas en más pesadillas,
no sea que mis monstruos se enamoren de tu voz otra vez.
Y de mis sueños ya me encargo yo,
no vayan a salir corriendo detrás de ti
y se marchiten
-como yo-.
Ahora no me traigas rosas,
ni me llames flor.
Voy a abrazarme sin miedo a tus espinas,
y fingiré que ya no escueces.

Me faltas.
Aposté por ti y perdí mi dirección,
porque hogar eras tú y de esto no quedan más que escombros.
Ahora sólo tengo tu canción,
libros que no me dicen nada,
un té insípido,
niebla,
y disnea.
Nunca quise ser tu Dulcinea,
y mira.
Ahora no tengo ni caballero,
pero sí heridas de balas,
marcas de nuestra guerra.

Aprende que cuando sales tienes que cerrar la puerta,
ahora me entra frío.

1 comentario: